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    28/3/06

    Las Aventuras del Increible Hombre Rata

    Uno de los motivos por el que quise abrir este blog es para criticar un cartel que vi en La Feria del Libro 2005 de Madrid. Uno va tan tranquilo entre los puestos buscando gangas cuando de pronto veo un cartel gris con una siniestra silueta negra en el centro, me digo “hostia como mola” –soy un mal hablado- y me acerco a él. La figura desde lejos parece tener rasgos de rata, su cara afilada aparenta ser un roedor cabizbajo de largos bigotes y su mirada siniestra hace que parezca un ser despreciable, el malo de la historia.

    A medida que me acerco para ver a que libro pertenece puedo distinguir que tiene escrito en grande “Ouijote”, será el nombre del libro? O el del hombre-rata del poster? Veo que las orejas del hombre-rata tienen una forma puntiaguda diablesca, siempre es un concepto interesante, aunque no es muy original; por ejemplo ese recurso ya la utilizaba Disney para la madrastra de la Bella Durmiente, y Star Wars le puso cuernos a Darth Maul... y no me extrañaría que Zaplana al peinarse por las mañanas también se divierta poniéndose el pelo de punta en plan demonio.

    Me extraño de no poder ver más información sobre el libro, será que la silueta representa a algún personaje popular? Un protagonista que no necesite más presentación? Por fin me di cuenta de que no era un hombre-rata! Es Fu-Man-Chú!!! Le tapo los cuernos con la mano y viendo el resto de la cara por fín lo distingo perfectamente... aunque también podría ser el Emperador Ming, el malo de Flash Gordon, pero no definitivamente es el primero, el extraño trazo en el que está escrito el nombre de la obra intentará representar la caligrafía oriental.

    Me paseo por la feria buscando un libro llamado Ouijote que trate sobre Fumanchú y nadie sabe cual es, “si coño, no me invento las cosas, he visto carteles suyos por toda la feria”, pero la gente me toma por loco y me voy de la feria cabizbajo y deprimido.

    Meses más tarde empiezo una F.P. y en mi clase está colgado el mismo poster, le pregunto a mis compañeros si conocen ese libro y me dicen que sí, que por supuesto que sí; que llevaban un año dando por culo todos los medios con el librito de marras.

    Mucho tiempo más tarde me decido a seguir investigando el poster, lo descuelgo y le doy a la vuelta; no era un oriental, era un payaso con un sombrero de cucurucho y mofletudo. Porque todo el mundo colgó ese poster al revés?

    Pues eso, mi consejo de hoy: Cuidado al colgar los carteles, que si los ponéis mal pues no se entienden.


    1 comentario:

    kusipi dijo...

    también dicen que es malo poner otras cosas al revés, como la ropa interior...tus post me invitan siempre a la reflexión profunda y sentida.