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    20/7/07

    Desenmascarados

    Bueno gentes, ante todo avisaros de que este post contiene spoilers de las películas "the Mask" y "¿Quién engaño a Roger Rabbit?", quizá tambien destripe el final de algún cómic, descubra la verdad sobre el caso Kennedy y explique alguna receta de cocina. Estais avisados!

    No soy un tío aficionado a los comics, pero el otro día encontré unos que me llamarón la atención, ambos eran crossovers; término que se usa cuando en una misma obra aparecen dos o más personajes que anteriormente se han hecho conocidos por aparecer en otros lugares. Unos ejemplos de esta práctica son "Alien VS Predator", "Freddy VS Jason" y cualquier boda entre famosos).

    Estos cómics tenían en común la incursión de un personsje, que pese a haber nacido en el cómic le llegó su fama através del cine: hablo de The Mask (la máscara, para los hispanoparlantes).

    Bueno, pues después de leerlos me pregunté con qué personajes quedaría bien un team-up y me acordé de otro personaje enmascarado: El Juez Doom, el villano de la película "¿Quién Engaño a Roger Rabbit?".



    Ambos personajes tienen aspectos en común, están locos, tienen mucho poder y son malos -sí, en los cómics, the Mask, no es de los buenos-

    Pero ambos tienen una característica común que les diferencia por completo, el uso de su disfraz:

    Mientras que The Mask es un humano normal que usa una máscara para poder comportarse como un dibujo animado, el Juez Doom es un dibujo animado que usa una máscara para poder comportarse como un humano normal. Vamos, como dicen la viejas, Dios le da pan al que no tiene dientes.

    El Juez Doom es de los malvados más malosos que se recuerda en las películas, utiliza su disfraz de humano para dedicarse a la fechoría más grande que ha conocido la humanidad: La especulación Urbanística!

    Sí, durante la peli este personaje, mata, coacciona, chantajea y demás lindezas, todo con el fin último de poder comprar unos terrenos protegidos y poder sacarles una rentabilidad económica ilegal (aquí podeis incluir vuestros propios chistes y comparativas con Julián y la operación Malaya).

    Como ya he dicho, su disfraz le permite hacer cosas que no le estan permitido a un Dibujo Animado, como el optar a la compra de un terreno. La historia de la peli esta ambientada en un ficticio EEUU en los 50 donde los dibujos animados tienen vida propia. Mientras que Bugs Bunny, El Pato Donald y demás compañeros del Juez Doom se dedican simplemente a ser felices, este último prefiere enriquecerse y es capaz de saltarse todas las leyes Asimovianas de los Dibus con tal de conseguirlo. No solo tiene una codicia más grande que la de cualquier otro "malo" de dibujos si no que sus tretas y sus objetivos van más allá que la de sus compañeros de tinta. No explican por qué este personajes es tan diferente del rersto de los Dibus, pero hay una cosa que esta clara: el Juez Doom piensa como un humano.

    En el otro lado tenemos a La Máscara, centrándonos en su aparición cinematográfica lo que tenemos es lo contrario; Stanley Ipkiss, el actual propietario de "La Máscara" es un adulto de carácter infantil que admira la vida de los Dibujos Animados. Cuando cae en sus manos una extraña máscara ve realizado su sueño de comportarse como un dibujo animado, pero al contrario que lo q pasa con el Juez Doom, el cual usa su máscara solo como disfraz; esta máscara verdosa tiene sus propias intenciones y mientras que cumple los deseos de su propietario le va corrompiendo -como mola esta palabra- y controlando.

    Bien, ya tenemos la presentación de los personajes para este duelo: un ambicioso Dibujo Animado que busca poder y una Máscara que busca un dueño

    Suena bien, no?

    18/7/07

    Desgastes

    Estoy que lo tiro. Este mes con el rollo de las rebajas y que tengo algo de dineros, he podido despilfarrar. Me he comprado unas zapatillas nuevas; no fueron muy caras, ni tampoco son de marca, pero al menos no tienen una enorme raja que permita pasar un dedo desde el interior de la zapatilla al exterior.
    Hacía mucho tiempo que no gastaba tanto dinero de golpe. El momento en que más gasté de una tacada fue la vez que fui a contratar servicios sexuales. Fui a una calle oscura del centro de Madrid con un gran fajo de billetes y en cuanto vi a una profesional la solté todo el dinero, ella no dijo nada, tan solo me miraba. Al rato me dicuenta de que había cometido un grave error; no era una mujer... era un buzón de correos. ¡Si es que siempre me puede los nervios! Yo al principio al ver algo bajito y amarillo me dije "que suerte! Cómo me ponen las asiáticas!" y me lancé.